Los efectos de la guerra no se desvanecen durante los próximos cien años y como consecuencia, la anarquía y el caos controlan el mundo. Sin ninguna ley, los sobrevivientes están gobernados por un sistema criminal totalitario. La civilización está casi exterminada. En el siglo XXI, el mundo se enfrenta a las guerras de recursos, ya que los suministros de petróleo de la Tierra se están agotando. El conflicto termina con ataques nucleares. Para controlar a la gente y entretenerla, los líderes de.
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